Que crezca la leche y brote del cazo.





martes, 24 de noviembre de 2009

Al final me vas a estallar en las manos

Al final me vas a estallar en las manos,
y será asqueroso ver como te derramas entre mis dedos

Caída libre hacia el asfalto

Y todo por no saber encontrar el aroma de la felicidad en mis caderas

Desapareceré y te faltará mi tacto de aceituna

Vete pronto, no quiero tenerte clavado en la pared otra semana más

Vuelve a casa de tu madre, que te explique todo de nuevo,
después quedamos y empezamos de cero.

Eso sí, ahora las hojas del patio las recoges tú.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Recital de poesía en El Beso




Todo un éxito, gracias a todos por venir.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Perfumes de cocina

Este día tiene el color del agua estancada.
Me ha salido mal hasta dormir.
He leído todas las paredes de mi casa buscando una señora escondida,
buscando, sin éxito, la receta de mi condena.

Me he echado perfume de cocina, perfume de mi casa, perfume de tu olor,
por si pasabas por mi calle, que hoy no huele a basura, ni a limpio, ni a calle,
huele a cuando te vas, a cuando te has ido.

Creo que no vas a volver,
creo que es mejor así.

El cielo está dando vueltas sobre mí,
como invitándome a algo.

Mis manos están más ágiles que nunca, aunque algo frías.
Yo era turquesa antes de que llegarás, y desde hace tiempo estaba cogiendo un color grisáceo, parecido al marrón.

Ahora me crecen alas y ramas cuando descanso.

El cielo está dando vueltas sobre mí,
creo, que así, está mejor.

Aunque sigo sola en el sofá, leyendo a aún más poetas heridos.
Y así me incorporó a la lista de mis silencios.
Me quedo a oscuras tirada en la bañera.
Hoy soy agua estancada.
Hoy soy un agujero en tu espalda.
Hoy no hay pasos urgentes.
Me quedo leyendo en las paredes de mi casa el perfume de tu olor.


Eso es lo que dicen

Pobre Jaime
Eso dicen todos
Pobre Jaime
Ya me cansé de eso, Jaime no está tan mal, algo grisáceo y somnoliento,
pero sonríe de vez en cuando.

Sí, se bebe los impuestos, las facturas y las miradas mentirosas,
y aunque no mantiene los pies en la tierra, sí que guarda el dinero en el monedero.

Le gusta acariciar las piedras, eso es lo que más le gusta.
Le gusta caminar hacia atrás en la playa.
Le gusta dar vueltas bajo la alfombra, y jugar con fuego aunque se queme.

A mí no me importa, es como el vinagre,
es como dar clases de inglés de nuevo, una vez más,
a mí no me molesta, me gustan sus ojos,
parecen de verdad, no como los del resto.

Inocencia de los minutos

Para mañana quiero caballos translúcidos y casas gigantes.
Me cansé de tu permanente búsqueda de la opacidad,
Me gustan los colores y los amaneceres.

Está todo lleno de ceniza ya,
¿No te es suficiente?

Poesía:
Me voy a beber el viento:

Me voy a tragar esos pájaros quietos en el espacio que vuelan inmóviles
Ya no hay más inocencia en los minutos,
ni más plagas entre mis sábanas,
ni capitanes sin barco, ni extranjeros sin tierra.
No quiero mirarte más si sigues detrás del escaparate.

Aunque, ¿qué le voy a hacer?
Amo el ruido que haces al caminar
y ni puedo explicar lo que siento cuando oigo tus pasos en mi escalera.

Y sí, aunque destruyas mis surcos más profundos,
tu filosofía del terror, ya me la se:
eres de hielo y me derrites

lunes, 16 de noviembre de 2009

Recital en El Beso